Lo que debe saber un estudiante de nuevo ingreso sobre el Sistema Modular: apuntes para un manual de súper vivencia*
Al recibir la invitación para participar en una mesa de trabajo, como parte de la “Jornada de orientación educativa, prevención y desarrollo humano”, con el tema “Ya Ingresé a la UAM ¿y ahora qué?” acepté con mucho gusto. Sobre todo cuando me dijeron que debía hablar durante 10 ó 15 minutos a lo mucho pues habría que escuchar a otros ponentes.
Siendo alumno fundador de esta Universidad (1975-1979) pensé que me sería fácil hablar del tema y siendo actualmente Funcionario Universitario (Secretario Académico de la División de Ciencias Sociales y Humanidades¹), pues hablar durante 10 minutos debía ser “un pan comido”.
Y entonces cometí el primer error que deberán ustedes evitar, según los apuntes de este manual de súper vivencia, y ese error es dejar las cosas para última hora pensando que son fáciles de resolver cuando en la realidad no lo son.
La realidad es implacable, siempre más cruda de lo que uno se imagina y cobra todos los errores y el precio que he pagado, una vez más, es una desvelada fenomenal.
A continuación quiero presentar a ustedes una serie de apuntes que se refieren a cómo convertir la experiencia UAM Xochimilco y su Sistema Modular en una súper vivencia, en una experiencia llena de aventura académicas y vivenciales, de construcción de conocimiento y espacios de participación crítica y social. La aventura comienza en los Troncos: Interdivisional y el Divisional.
Lo primero que deben saber es que la combinación del Sistema Modular y el Tronco Interdivisional puede ser terrible. De hecho, el mayor índice de las estadísticas de deserción se encuentra en estos dos trimestres por una diversidad de razones.
La primera de ellas es que para algunos, la UAM es una “segunda” opción frente a la UNAM, que lleva un calendario distinto al nuestro y para ellos resultamos ser una especie de red salvavidas de tipo que utilizan los trapecistas cirquenses. Están a la expectativa de ser admitidos en otra institución y mientras tanto se inscriben en la UAM-X.
Para otros alumnos el Sistema Modular (SM) y sus exigencias resultan insoportables. No todos los alumnos se sienten a gusto con el Sistema Modular (tampoco unos cuantos profesores con los que pudieran encontrarse a lo largo de su formación académica).
El SM no es un libro. Aunque muchos libros se han escrito sobre él. El SM representa una práctica, pero es más que una simple mecánica o técnica de enseñar y aprender a partir de la detección de problemas que se identifican en la realidad.
De hecho, el SM representa una forma de concebir la acción pedagógica a partir de una forma de concebir el concepto de conocimiento no como un acto de repetición memorística sino como una acción de construcción de conocimiento mediante procesos de incorporación, acomodación y asimilación de experiencias. Ya tendrán ustedes la oportunidad de conocer de cerca algunas de las ideas de Vigotsky, Brunner, Piaget y muchos otros.
Para construir, hay que participar y para participar hay que estar activos, tener iniciativa, ser creativos y tomar decisiones que nadie tomará por ti. Este es un reto del SM y algunos no lo resisten: Desarrollar un espíritu de participación en grupo y de trabajo en equipo sustentado en las lecturas de los módulos y la discusión en clase.
Aquellos alumnos con espíritu indagador, curiosos por saber; aquellos alumnos que cuestionan y van un poco o mucho más allá del esfuerzo mínimo que se requiere para “pasar”, ésos son los alumnos que convierten al SM en un súper vivencia. Sin embargo, aquellos que prefieren ser guiados en vez buscar caminos o aquellos que prefieren seguir instrucción antes que asumir la responsabilidad de decidir de manera informada sobre su propia formación, son muchos de los que no permanecen en este modelo de enseñanza-aprendizaje. Un modelo que postula que todos aprendemos de todos a lo largo de toda la vida: Enseño aprendiendo y aprendo enseñando. Espero que a lo largo de la formación de los próximos trimestres encuentren profesores que les hable de Paulo Freire, de Ivan Ilich y otros pensadores y prácticos pedagogos y maestros que les muestren a ustedes la importancia del contexto.
La realidad es nuestro contexto y en él, todo sucede al mismo tiempo. La realidad no se divide en disciplinas, pues nuestra vivencia de ellas es al mismo tiempo sociológica, económica, psicológica, política, médica, biológica y ambiental. Esto nos lleva a otro punto neurálgico del SM: la interdisciplina.
La gastroenteritis es una importante causa de mortalidad infantil en nuestro país y muchas naciones latinoamericanas. ¿Es la gastroenteritis un problema médico que se resuelve con algunas pastillas que atenderán el problema en lo inmediato? ¿Se trata de un problema educativo donde se debe entender el concepto de contaminación? ¿Estamos hablando de un problema de higiene, pues basta con aprender a lavarse las manos para evitar enfermedades o se trata de un problema de desarrollo urbano y suministro de agua potable? Tal vez sea un problema de los economistas que requieren de recaudar los fondos para atender los costos de construcción y operación de centros de salud y educación comunitaria…
En resumen, la realidad es un complejo entretejido bio-psico-social y entender este entretejido, esta complejidad es una ciencia en sí misma y constituye la base epistemológica y conceptual de nuestro modelo de enseñanza-aprendizaje.
El SM va a exigir de sus estudiantes y profesores una enorme cantidad de trabajo y lectura en un esfuerzo encaminado a la presentación de productos terminales trimestre por trimestre.
Esos productos terminales representa otro reto de súper vivencia del SM y resulta, de hecho, en la aventura académica que apunta hacia el descubrimiento, hacia la sorpresa, hacia la formación de investigadores y espíritus críticos; entes inquisitivos que detectan problemas de la realidad contextual y proponen formas de estudiarlos para su posible resolución.
Aquí perdemos a otros pocos alumnos que difícilmente entienden que la UAM es una universidad pública, y que atender problemas de interés social es una obligación manifiesta a la nación.
El SM ofrece a sus alumnos una libertad que deben ejercer con mucha responsabilidad. Una libertad para participar en el gobierno y decisiones universitarias a través de sus representantes en los Consejos Divisionales y Académicos. La libertad para opinar sobre sus planes y programas de estudio, y exigir el cumplimiento de los mismos en un contexto de calidad y respeto.
Pero esa libertad entraña responsabilidades y tremendos peligros. El Sistema Modular, por sus características, demanda la continua participación en grupos de trabajo y colectivos académicos que comparten responsabilidades e incluso calificaciones. No existe por lo general, y por parte de los docentes, la “persecución” académica hacia los estudiantes de quienes se espera desarrollen su propio interés por sus estudios. Ahí reside el peligro.
Es posible “flotar” sobre la cobertura del trabajo en equipo y al compartir calificaciones con otros que hacen el trabajo mientras uno sirve el café, sacar incluso buenas calificaciones y graduarse con buen promedio habiendo aprendido muy poco. Tengan cuidado de esta práctica y no duden que algún día o noche de desvelo les tocará servir el café mientras un compañero o compañera escribe frenéticamente sobre un teclado para entregar al día siguiente el trabajo de investigación.
Ya ingresé la UAM Xochimilco ¿Y ahora qué? Pues ahora a ponerse la camiseta UAM y a ponerse a trabajar. Tomen iniciativas, participen activamente, conozcan sus derechos pero cumplan también con sus obligaciones.
No piensen en hacer lo mínimo para pasar, sino lo máximo para aprender. Quienes crean que con tres horas al día de “flotar” por los salones y jardines es suficiente para recibir una educación universitaria están equivocados.
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*Participación dentro de la “Jornada de orientación educativa, prevención y desarrollo humano”, mayo de 2011.
¹ Periodo de gestión 2008-2011.